LA CRIADA DE LA MUJER DE NAAMÁN - Mujer anónima

 

2 Reyes 5:1-10

Esta niña fue arrancada de su hogar en Israel y llevada cautiva a Siria, donde sirvió a la esposa de Naamán, un general del ejército sirio. Aunque era joven y estaba lejos de su familia, no guardó rencor y fue lo suficientemente compasiva para hablar de la posibilidad de que Naamán fuese sano de su lepra, un enemigo de su pueblo, por medio del profeta Eliseo.

Su carácter: A pesar de su dolor personal, demuestra amor, compasión y un espíritu de servicio. Fue una portadora de esperanza en un lugar hostil.

Su gozo: Saber que Naamán, su amo, recibió la sanidad y que ella había sido el instrumento para que conociera al Dios de Israel.

Su dolor: Vivir como cautiva, alejada de su tierra y familia, era una carga difícil.

La promesa que recibe: Aunque no se menciona una promesa directa, su vida demuestra que Dios usa incluso los momentos difíciles y personas que menos esperamos para sus propósitos.

La promesa de Dios para ti: Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. (Romanos 8:28).

Reflexión: Esta historia nos recuerda que Dios puede usarnos incluso en situaciones difíciles y que nuestro testimonio puede ser el inicio de la salvación de otros. No importa cuán pequeña sea tu voz, puede hacer eco en la vida de alguien más y llevarlo al camino de sanidad y redención.

Dele gracias a Jesucristo por aquellos comienzos duros por los cuales tuviste que pasar o estas pasando, todo tiene un propósito. No te preguntes el porque de ello sino el para que, seguramente Dios quiere enseñarte algo para que crezcas en la fe y tengas un testimonio que contar a otros que también pasan por lo mismo. Que tu vida sea un canal de bendición para que otros conozcan al Dios verdadero que tienes.