SU NOMBRE (LA VERSIĂN FEMENINA DE HERODES)
SIGNIFICA
«Heroica»
SU CARĂCTER:
Era una mujer orgullosa que utilizaba a su hija para manipular a su marido, de modo que ĂŠl hiciera lo que ella querĂa. ActuĂł con arrogancia de principio a fin, con una absoluta falta de respeto por las leyes de la tierra en la que
estaba.
SU VERGĂENZA:
Ser reprendida por un profeta advenedizo por haber dejado a su marido, Felipe, para casarse con su medio hermano Herodes Antipas.
SU TRIUNFO:
Que su plan para asesinar a su enemigo, Juan el Bautista, diera
resultado.
ESCRITURAS CLAVE: Mateo 14:3–12; Marcos 6:14–29; Lucas 3:19–20; 9:7–9
HISTORIA:
Como otra de las mujeres malas que se habla en la Biblia, HerodĂas tenĂa una accidentada carrera cuando se trataba de matrimonio. Se habĂa casado con su tĂo, Herodes Felipe; pero cuando su hermano Herodes Antipas visitĂł a la pareja en Roma, sedujo a HerodĂas para que dejase a su esposo y se casase con ĂŠl. La posiciĂłn de Herodes Antipas como tetrarca de Galilea y Perea era prĂłxima a la de un rey, asĂ que ella mejorĂł su propia carrera yĂŠndose con ĂŠl. Parece que no importaba la condena de la Escritura a tal tipo de relaciĂłn (LevĂtico 18:16).
Pero cuando Juan el Bautista le dijo a Herodes que el matrimonio no era legĂtimo, la situaciĂłn matrimonial de HerodĂas de repente se volviĂł algo muy importante. No era que HerodĂas quisiera arreglarla; simplemente querĂa librarse de un crĂtico. Pero Herodes no (Marcos 6:19-20).
Por tanto, la manipuladora HerodĂas hizo que su hija del primer esposo - que no es identificada en la Escritura pero es conocida por la Historia como SalomĂŠ- bailase una danza erĂłtica para Herodes. Agradado, Herodes ofreciĂł a la muchacha cualquier cosa que ella pidiera. Lo que ella pidiĂł fue lo que su madre querĂa: la cabeza de Juan el Bautista.
LA PROMESA QUE RECIBE
Aunque nos parezca negativa, la Ăşnica lecciĂłn que sacamos de HerodĂas es que el pecado nos devorarĂĄ; y esa es una promesa. Si el pecado siempre encuentra una manera de introducirse en nuestra vida, a la larga nos consumirĂĄ. Existe una sola forma de evadirlo: abandonar el pecado y arrepentirnos.
Encontraremos asĂ el perdĂłn y una nueva vida en Cristo. Ăl promete perdonar hasta los pecados mĂĄs groseros, el estilo de vida mĂĄs depravado, las conductas mĂĄs licenciosas. Es posible que aun asĂ tengamos que enfrentar las consecuencias de nuestros pecados, pero ya no tendremos que temer ser juzgados por ellos. Con Cristo como nuestro mediador, llegaremos a volvernos tan limpios como si nunca hubiĂŠramos pecado.
PROMESAS EN LAS ESCRITURAS PARA TI
5 Finalmente te confesĂŠ todos mis pecados
y ya no intentĂŠ ocultar mi culpa.
Me dije: «Le confesarĂŠ mis rebeliones al SeĂąor»,
¡y tĂş me perdonaste! Toda mi culpa desapareciĂł.
-SALMOS 32:5
10 No nos castiga por todos nuestros pecados;
no nos trata con la severidad que merecemos.
11 Pues su amor inagotable hacia los que le temen
es tan inmenso como la altura de los cielos sobre la tierra.
12 LlevĂł nuestros pecados tan lejos de nosotros
como estĂĄ el oriente del occidente.
-SALMOS 103:10-12
18 »Vengan ahora. Vamos a resolver este asunto
—dice el SeĂąor—.
Aunque sus pecados sean como la escarlata,
yo los harĂŠ tan blancos como la nieve.
Aunque sean rojos como el carmesĂ,
yo los harĂŠ tan blancos como la lana.
-ISAĂAS 1:18
REFLEXIĂN
Cuando la gente dice que el modo en que uno use su sexualidad no importa o que el divorcio realmente estĂĄ bien, recuerda a HerodĂas.Una vida fiel delante de Dios se construye dĂa a dĂa, pieza a pieza. Cuando somos fieles en las cosas mĂĄs bĂĄsicas - como nuestro compromiso matrimonial - construimos una buena vida.
Dele gracias a Dios porque ĂŠl nos da oportunidades de arrepentirnos y volver a ĂŠl y por los hombres y mujeres con los que se ha cruzado en la vida que tuvieron el coraje de decirle la verdad.
Confiesele cualquier tendencia a responder poniĂŠndose a la defensiva ante las crĂticas constructivas y pĂdale a Dios que le dĂŠ gracia para responder con
humildad ante la correcciĂłn.
Para ver su vĂdeo →
Publicar un comentario