"Dadora de vida o madre de todos los que tienen vida"
SU CARĂCTER:
Vino al mundo en perfecta paz con Dios y con su marido, la Ăşnica otra persona que habitaba el planeta. ViviĂł en el paraĂso, y todo placer imaginable le pertenecĂa. Nunca supo el significado de la vergĂźenza, el desacuerdo, el dolor, los desvĂos, la envidia, la amargura, el luto ni la culpa hasta que escuchĂł a su enemigo y comenzĂł a dudar de Dios.
SU DOLOR:
Ser desterrada junto con su marido del paraĂso y de la presencia de Dios, y que su hijo mayor fuera un asesino, siendo la vĂctima su segundo hijo.
SU GOZO:
Haber gustado alguna vez del paraĂso, y que Dios le prometiera que su descendencia en el futuro destruirĂa a su enemigo.
LA PROMESA QUE RECIBE
Plantada en medio de la misma maldiciĂłn que se pronuncia sobre Eva a causa de su pecado hay una promesa maravillosa. Dios le promete a ella y a las generaciones subsiguientes: <A lo largo de las escrituras, la gracia de Dios a menudo se hace evidente en toda su hermosura dentro de los juicios que emite. Cuando el mundo estaba tan lleno de pecado que tuvo que destruirlo, la gracia de Dios salvĂł a NoĂŠ y su familĂa. Cuando los israelitas se rebelaron de manera tan absoluta que el cautiverio resultĂł inevitable, la gracia de Dios les prometiĂł restauraciĂłn. Mientras el juicio de Dios caĂa sobre David por el pecado cometido con BetsabĂŠ, la gracia de Dios les dio a SalomĂłn como hijo y sucesor.
Cuando estamos en nuestro punto mĂĄs bajo, de rodillas ante el juicio de Dios, nunca olvidemos que su gracia aĂşn obra. Y eso es verdaderamente asombroso.
PROMESAS EN LAS ESCRITURAS PARA TI
De su plenitud todos hemos recibido gracia sobre gracia
-JUAN 1:16
Pero allĂ donde abundĂł el pecado, sobreabundĂł la gracia, a fin de que, asĂ como reinĂł el pecado en la muerte, reine tambiĂŠn la gracia que nos trae justificaciĂłn y vida eterna por medio de Jesucristo nuestro SeĂąor.
-ROMANOS 5:20-21
REFLEXIĂN
QuĂŠ tristeza debiĂł de haber sentido Eva. Sin duda, toda la promesa que ella sintiĂł en el nacimiento de CaĂn se debilitĂł. Ella habĂa perdido a su hijo menor, y Dios habĂa condenado al mayor a vagar por la tierra. Sin embargo, Dios renovĂł su promesa dando a Eva a un tercer hijo: Set. Desde luego, ningĂşn hijo puede ocupar el lugar del otro, pero Eva volviĂł a sentir el amor y el consuelo de Dios. Y por medio de Set llegĂł la lĂnea de SalvaciĂłn, en NoĂŠ y su familia.
Muchas mujeres podemos identificarnos con sus fracasos, heridas y esperanzas. Como ella es la primera mujer, de quien vienen todas las demĂĄs, la vida de Eva nos habla a todas nosotras. Nuestras dudas, pecados y experiencias se parecen a las de ella. Al igual que ella, puede que hagamos elecciones precipitadas que nos separen de Dios; pero al igual que ella, descubrimos que aunque abandonemos a Dios, Ăl no nos abandonarĂĄ. Ăl siempre nos llama a regresar al huerto de su amor.
AsĂ que de le gracias a Dios por ese inmenso amor y paciencia que tiene cada dĂa para contigo y porque Ăl estĂĄ dispuesto a cubrirnos son vestidos de SalvaciĂłn siempre y cuando nosotras queramos.
PĂdale que te ayude y que te de SabidurĂa para edificar tu hogar y cualquier decisiĂłn que se tome junto con tu esposo.
Para ver el vĂdeo →
Para ver el vĂdeo →
Hay q ser subnormal para creerse eso. Si esa es Eva a mĂ no me representa. Si asĂ representan a dios, es mi enemigo, no mi Salvador.
ResponderEliminarSĂ, lo es. Pero dispuso todo para la reconciliaciĂłn a travĂŠs de JesĂşs ReconcĂliate con Dios.
Eliminar