Abigaíl - Mujer de la Biblia

SU NOMBRE SIGNIFICA

«Mi Padre es alegría»

SU CARÁCTER:
Generosa, perspicaz y sabia, la podemos considerar una de los grandes pacificadores que aparecen en la Biblia.

SU DOLOR:
Haber formado una pareja despareja con su primer marido.

SU GOZO:
Que Dios la usara para salvar vidas, y que luego la convirtiera en la esposa de David.

ESCRITURA CLAVE: 1 Samuel 25:2–42

LA PROMESA QUE RECIBE

Abigaíl era una mujer valiente que supo sacar el mayor provecho de una situación difícil. Conocía los principios culturales que regían en ese momento: Nabal (simplemente por una cuestión de buena hospitalidad y de gratitud por la protección que le brindaron los hombres de David) debió de haberles dado lo que le pedían. Sin embargo, cuando David buscó vengarse, Abigaíl intercedió delante de él, pues se daba cuenta de que la venganza no le correspondía a David (tampoco a ella).
Al parecer, los años en que vivió con Nabal no produjeron amargura en Abigaíl,
ni tampoco la llevaron a buscar cómo devolverle el maltrato o vengarse de él. El
Señor honró a Abigaíl por su coherencia, su generosidad y su disposición a
mantenerse en el camino correcto, por difícil que resultara. Asimismo, Dios continúa honrando hoy a los que son fieles aun cuando su fidelidad les crea problemas, penurias y dolor. Él nos promete, como con Abigaíl, estar con nosotros.

PROMESAS EN LAS ESCRITURAS PARA TI

¹⁰ Escúchame, Señor, y ten misericordia de mí;

    ayúdame, oh Señor».

¹¹ Tú cambiaste mi duelo en alegre danza;

    me quitaste la ropa de luto y me vestiste de alegría,

¹² para que yo te cante alabanzas y no me quede callado.

    Oh Señor, mi Dios, ¡por siempre te daré gracias!

-SALMOS 30:10-12

¹¹ Señor, no me prives de tus tiernas misericordias;

    que tu amor inagotable y tu fidelidad siempre me protejan

-SALMOS 40:11

¹⁰ No tengas miedo, porque yo estoy contigo;

    no te desalientes, porque yo soy tu Dios.

Te daré fuerzas y te ayudaré;

    te sostendré con mi mano derecha victoriosa.

-ISAÍAS 41:10

REFLEXIÓN

En Abigaíl vemos muchos ejemplos de fidelidad. Cuando las relaciones difíciles se convierten en parte de nuestras vidas, podemos seguir el ejemplo de ella. ¿Abrumarán nuestra fe la amargura y el resentimiento? ¿O, al igual que ella, podemos confiar en que Dios hará uso incluso de nuestras situaciones más difíciles? ¿Hacemos el bien que nos sale al encuentro, sabiendo que la Sabiduría de Dios traerá beneficios para nosotros y para otros?

Aunque estaba emparejada a un cónyuge inconverso, Abigaíl permaneció fiel a su Señor. Al igual que ella, ¿nos resistimos a permitir que relaciones insatisfactorias nos detengan en nuestra fe y sigamos confiando en nuestro Dios? 

La humildad vestía la fuerza de Abigaíl. Sin ser una mujer radical y enojada, ella preparó el camino para que todas las mujeres de fortaleza caminen humildemente delante de su Dios y establezcan paz en las relaciones rotas. Solamente Dios trae tranquilidad a vidas quebrantadas. Abigaíl experimentó eso, y nosotras también podemos hacerlo. Y, al igual que Abigaíl, puede que descubramos que cuando hemos pasado por los problemas, Dios nos da una vida mejor de la que nunca esperábamos.

De le gracias a Dios por llamarla a ser una pacificadora en su familia, en su vecindario e incluso en el mundo. Dé le gracias porque Dios conoce todos los desafíos que enfrentas en tu matrimonio. Confiesele cualquier amargura que se haya instalado en ti con respecto a tu matrimonio y que use la relación que tiene con su marido para fortalecer el carácter y aumentar la fe que usted tiene hacia Dios.

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